jueves, 18 de octubre de 2018

Reconociendo emociones

Justificación de la propuesta.
Debido a la dificultad que tienen los alumnos para comprender en ocaciones, lo que está sucediendo a su alrededor, he elegido esta actividad con el fin de que mi alumno TEA pueda reconocer, ante una determinada acción, las diversas emociones, sentimientos... que le ayuden posteriormente en su vida cotidiana. y generalizar a otros contextos, para lograr a largo plazo una conducta social adecuada.
Os dejo el enlace a la presentación de mi alumno.


Aplicación práctica en el aula.
La actividad se realizará en dos contextos distintos. 
Primero la llevaremos a cabo en el aula, en el rincón de trabajo. Se respetarán los tiempos de descanso del alumno y se buscará que el alumno mantenga la atención.
Segundo la realizaremos en el patio del recreo, donde a menudo surgen situaciones conflictivas con otros alumnos del centro educativo.


Recursos utilizados.
- Pictogramas.
- Bandejas o cajas TEACCH donde colocar los pictogramas.

Temporalización.

La actividad se desarrollará durante dos semanas, dedicando una sesión diaria después de la asamblea.
Posteriormente se trabajará en el patio del recreo.

Metodología.
Al iniciar la jornada escolar, durante la asamblea, se anticipará al alumno la actividad. Estará estructurada con claves visuales.
Contaremos con todos los pictogramas necesarios impresos y plastificados, con un tamaño mediano.
Inicialmente se se mostrarán al alumno determinados pictogramas que hemos utilizado previamente en el aula, para que el alumno identifique referentes a las diversas emociones o sentimientos. Por ejemplo:



Posteriormente, iríamos enseñando imágenes, vídeos, pictogramas... con varias acciones que implican una de las emociones anteriores. 

El alumno debe ver este estímulo para poder elegir cuál es el pictograma que mejor describe la emoción y mostrárselo al maestro.

Si nuestro alumno acierta, obtendrá el refuerzo positivo por parte del maestro. En caso de no ser así, el maestro volverá a mostrar la imagen y le irá dando detalles en los que fijarse con el fin de reconducir la respuesta del alumno para que logre la respuesta correcta.

El las sesiones posteriores, a medida que el alumno sea capaz de realizar con menos ayuda la actividad, se irán reduciendo los tiempos de ayuda del maestro.
Se busca que el alumno TEA sea capaz de identificar las emociones y sentimientos de forma autónoma y generalice esto a las distintas situaciones del día a día.

Evaluación.
La evaluación la llevaría a cabo mediante la observación directa y haciendo uso de un diario de aprendizaje. En él iré apuntando todo lo relacionado con dicha actividad (en qué consiste, sentimiento o emoción que se busca, tiempo empleado, ayudas necesarias, actitud del alumno, aciertos...).
Durante el patio iré recogiendo igualmente la situaciones en las que el alumno ha participado o ha estado presente y registraré las conductas que ha tenido y si ha sido capaz de reconocer algún sentimiento de otros compañeros del centro educativo.
Evaluaremos mediante rúbrica.

Generalización a otros contextos.
Como ya he dicho anteriormente, generalizaremos esta actividad durante el tiempo de recreo, momento de interacción con otros alumnos, no solo de su aula. 
También contaremos con la ayuda de la familia, a los que habremos explicado previamente la actividad y el fin de la misma, para extender dicha actividad a momentos en los que esté en casa con su hermano pequeño, cuando vaya al parque o en otras situaciones idóneas.

Bibliografía.
  • Cornago, Anabel y Navarro, Maite (2012): Manual de teoría de la mente para niños con autismo: ejercicios, materiales yestrategias. Las personas percibimos, sentimos, ensamos o creemos distinto. Editorial Promolibro.
  • Hernández Conesa, Juana María (2010): Déjame que te hable de los niños y niñas con autismo en tu escuela. Editorial Teleno.
  • http://www.arasaac.org/
  • http://educasaac.educa.madrid.org/



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